Control de Gestión: Impulsando la Responsabilidad Social en las Organizaciones
En el ámbito empresarial actual, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ha adquirido una relevancia cada vez mayor. Las organizaciones son – o debiesen ser – cada vez más conscientes de la importancia de su impacto en la sociedad y en el entorno en el que operan. En este contexto, el control de gestión se presenta como un proceso fundamental para garantizar la aplicación efectiva de prácticas socialmente responsables en toda organización.
Por Rodrigo Varela, Socio Consultor de NEST
Recientemente, junto con el también socio de NEST, Mario Morales, tuvimos la oportunidad de publicar un artículo que analiza la evolución y la estructura conceptual del campo de estudio de la Responsabilidad Social Corporativa. En dicho estudio, se identificaron redes de conceptos transversales para el campo, entre los que se destacaron la gestión del desempeño y el comportamiento organizacional, como inquietudes del negocio fundamentales para comprender y aplicar la RSC en las organizaciones , y, desde la experiencia aplicada y teórica del control de gestión, puedo asegurar que este proceso de negocios juega un papel crítico en su implementación, motivando la conducta desde las herramientas de control para asegurar el logro de estos objetivos (o desempeños).
El control de gestión se encarga de orientar la gestión de las organizaciones hacia el logro de objetivos, y en el contexto de la RSC, estos objetivos son diversos y complejos por naturaleza. Las empresas deben hacer frente a las expectativas y demandas de distintos grupos de interés, como colaboradores, clientes, proveedores, comunidades locales y el medio ambiente. En este sentido, el control de gestión se convierte en un proceso imprescindible de revisión para alinear los objetivos de la organización con las exigencias socialmente responsables.
La teoría de agencia, que aborda el problema de asimetría de información entre los distintos actores de una organización, también destaca de nuestra investigación como un tema estrechamente relacionado con la RSC, siendo incluso un concepto motor para el estudio del campo. Teóricamente, la necesidad de control surge como una respuesta a este problema, restringiendo el espacio de incertidumbre al motivar la conducta de los individuos, y, específicamente en el contexto de la RSC estas prácticas permiten garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y el cumplimiento de los compromisos éticos y sociales de la empresa.
Este año me tocó ser parte del comité científico del Congreso Iberoamericano de Control de Gestión realizado en la ciudad de Valencia, mismo evento en el que tuve la oportunidad de exponer, en su versión pasada, mi investigación respecto al análisis académico histórico del control de gestión. En esta experiencia, fui responsable de revisar investigaciones vinculadas a la responsabilidad social. Es evidente que existe un interés creciente en este tema, e incluso para eventos como el anterior se han identificado “tracks” o temas de investigación centrados en la reportería de sustentabilidad y el rol del control de gestión en la formulación de indicadores para este propósito, sin embargo, aún no es suficiente.
El desafío que enfrenta la disciplina del control de gestión frente a estos cambios en el paradigma organizacional, radica en ajustar los modelos existentes a la multiplicidad de objetivos exigida desde los parámetros socialmente responsables. Cada vez más, las organizaciones deben responder a las demandas de diferentes grupos de interés y gestionar de manera eficiente aspectos económicos, sociales y medioambientales. Es necesario encontrar un equilibrio entre estos diferentes objetivos y asegurar que el control de gestión sea capaz de abordarlos de manera integral.
En conclusión, el control de gestión desempeña un papel crítico en la implementación de prácticas socialmente responsables en las organizaciones. A través de sus prácticas y herramientas, el control de gestión permite orientar la gestión hacia el logro de objetivos diversos y complejos, al mismo tiempo que garantiza la transparencia, la rendición de cuentas y el cumplimiento de los compromisos éticos y sociales. En un mundo donde la Responsabilidad Social Corporativa cobra cada vez más importancia, el control de gestión se convierte en una herramienta indispensable para impulsar el cambio y promover una gestión empresarial sostenible.
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